Cuando un cliente no puede probarse un producto antes de comprarlo, hay muchas más posibilidades de que compre la talla equivocada. Por eso, aproximadamente la mitad de las devoluciones en línea se deben a problemas de talla.
La imposibilidad de probarse algo antes de comprarlo ha aumentado drásticamente las tasas de devolución de las marcas online. Según datos de KPMG, los compradores online devuelven uno de cada tres productos, es decir una tasa media de productos devueltos del 20%. Este porcentaje aumenta hasta el 50% después de ventos comerciales como como Black Friday y Navidad. Esto es especialmente cierto en el caso de las marcas de ropa online.
La solución que más se oye es incluir una guía de tallas, pero ¿es suficiente? Veamos qué es lo que crea confusión en los compradores online y analicemos algunas formas de solucionarlo.
Antes de entrar en cómo resolver la comunicación de tallas, veamos primero por qué se producen estos problemas.
Una talla "M" no significa lo mismo en todas las marcas. Esto significa que cada vez que un cliente compra en un sitio nuevo, tiene que volver a pasar por el proceso de prueba y error para averiguar la talla correcta.
La mayoría de las marcas presentan fotos de modelos de 1,70 metros para exhibir sus productos. Desgraciadamente, la mayoría de nosotros -incluidos nuestros clientes- no somos modelos de 1,70 metros. Esto significa que los clientes no tienen un punto de referencia útil a la hora de adivinar cuál podría ser su propia talla.
Algunas personas prefieren la ropa ajustada, mientras que otras prefieren un calce más holgado. Estas diferencias pueden complicar aún más el proceso de tallas.
Si creas tu propia ropa o solo añades las etiquetas, debes hacerlas siempre de manera uniforme. El hecho de que muchas marcas no parezcan tener una guía de tallas consistente es lo que frustra a muchos compradores que terminan devolviendo sus compras.
Si tienes control sobre la talla de tu ropa, crea una guía de tallas y cíñete a ella. Puedes utilizar las guías de tallas de otras marcas similares para hacerte una idea de cómo te deben quedar las prendas y cuál es el mejor tallaje.
De esta manera, puedes publicar simplemente el tamaño de cada aspecto de la prenda y la gente puede comprar en función de sus medidas.
Esto va unido a la creación de una talla uniforme. Sin embargo, es posible que no tengas tallas uniformes en tu tienda o punto de venta online debido a que puedes vender muchas marcas diferentes. Aunque eso no es lo ideal para los clientes, puede hacerles saber esto cuando compren tus artículos. Por ejemplo, puedes informar a los clientes cuando compren una marca concreta y publicar la tabla de tallas específica. Así podrán asegurarse de que tienen la talla correcta.
Si puedes, trabaja con modelos de diferentes medidas para las fotos de tu producto. Si los modelos sólo representan un tipo de cuerpo, no darán una buena idea de cómo quedará la prenda en una variedad de personas.
Lo ideal es fotografiar las vestimentas con modelos que tengan tipos de cuerpo diferentes. Sin embargo, esto es a veces demasiado caro o requiere mucho tiempo. Pero puede reducir las tasas de devolución, debido a que los clientes potenciales ya saben si el artículo quedará bien en su tipo de cuerpo.
Hoy en día las tiendas online y marketplaces permiten a los consumidores hacer reseñas sobre los productos que compran e incluso compartir sus fotos. Insta a tus compradores a que envíen fotos de sí mismos con sus prendas y a que dejen sus opiniones.
De este modo, hombres y mujeres de distintas tallas pueden compartir sus fotos y mostrar cómo lucen con la prenda que compraron. Esto puede evitar la necesidad de contratar a varios modelos a la vez para mostrar una pieza. En su lugar, las personas pueden hablar con franqueza de lo que les gusta o no les gusta de la prenda, lo que puede contribuir a las decisiones de otras personas.
Permite que los clientes envíen opiniones sin filtrar (dentro de lo razonable) sobre las prendas. Esto puede ayudar a la gente a entender exactamente cómo les puede quedar la prenda.